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envozalta

Ni en paz descansan

Resulta que en cierto recién inaugurado -y puntero- centro hospitalario castellano y leonés se les olvidó planificar la puesta en marcha de las cámaras frigoríficas para cadáveres. Como si ninguno de los pacientes fuese a tener el mal gusto de estirar la pata en un hospital de última generación. La situación alcanza tintes surrealistas cuando se conoce que los encargados de la sala de necropsia mantienen las ventanas abiertas para que el frío de enero conserve lo mejor posible el cuerpo del finado antes de que el servicio funerario se haga cargo de él. Pues eso, que algunos se empeñan en que no descansemos en vida y tampoco cuando nos llega la hora. Y es que los tiempos avanzan que son una barbaridad. ¿O no?

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